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Tradicion Tolteca

El Camino del Guerrero Grupos de Práctica

La Tensegridad es un arte: el arte de adaptarse a la propia energía, a la energía de los demás y al entorno que nos rodea de tal manera, que este acto contribuya a la integridad de la totalidad que somos.

Ejecutar los pases mágicos de la Tensegridad individualmente y en grupo es una actividad asidua con el cuerpo, responsable de los numerosos cambios positivos que se producen en la personalidad. Estos cambios van precedidos generalmente de un entendimiento más profundo de uno mismo, tanto en función del pasado como en función del cuerpo.

La Tensegridad tiene como objetivo ayudar al individuo a recuperar las funciones fundamentales de respirar, moverse, sentir y expresarse a sí mismo; promoviendo dinámicamente la salud y su bienestar.

Cuando la Tensegridad se convierte en una parte natural de nuestra vida, quedamos sorprendidos por la gran cantidad adicional de energía que tenemos para realizar nuestras actividades de cada día.

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sábado, 24 de febrero de 2024

Dispersando la Angustia

La angustia es una energía que se acumula en el pecho en un conjunto de fibras luminosas y que se percibe como una presión que en ocasiones llega a dificultar hasta la propia respiración.
La angustia es la marca del hombre moderno, como signo de su ensimismamiento y autorreflexión sin fin. La angustia es producto de la vanidad.
Los chamanes dicen que el hombre se contempla hasta que ya no puede ver más, sólo se preocupa de sí mismo, hasta que llega el momento en que no ve nada.
El hombre moderno se contempla tanto que elimina todo lo demás, preocupándose constantemente solo por sí mismo.


La angustia que siente un guerrero es debido al descenso del espíritu y el movimiento continuado del punto de encaje. Cualquier descenso del espíritu es como morir. Todo en nosotros se desconecta, y después vuelve a conectarse a una fuente de mucha mayor potencia. La amplificación de energía se siente como una angustia mortífera.
Cuando esto ocurre solo nos queda esperar. Ese estallido de conciencia pasa. Lo peligroso es no saber lo que nos está sucediendo. Una vez que lo sabemos no hay peligro.

Este Pase Mágico ha sido diseñado para dispersar la angustia hasta su completa eliminación. Se compone de varias partes.

Preparación: Frotar manos rápidamente.
Todos estos movimientos se deben hacer con una fuerza de impacto en el cuerpo energético, que produce un movimiento vibratorio, proveniente del estómago y no del músculo que es muy lento.
Estos movimientos permiten la sincronía del músculo y tendón en conjunción con el intento y la intención, sólo con esta combinación se impacta al cuerpo de energía.

1. Rodillas ligeramente dobladas y separar todos los dedos como tocando un piano, con las palmas hacia abajo y frente al estómago, mover cada vez más rápido.

2. Juntar los dedos, cerrando el pulgar y con tensión se extienden hacia afuera, como sacando algo y abriendo con mucha fuerza. Sólo se mueven las muñecas, no involucrar los codos.

3. Palmas hacia arriba, se cierran y abren los puños sin mover los brazos, sólo las muñecas de las manos, se abren y se cierran con tensión. La sensación es de agarrar algo más que de soltar.

4. Palmas hacia arriba, juntar los dedos con el pulgar protegido, abrir y cerrar manos, con las muñecas, tensando todo el brazo y pectorales.

5. Círculo hacia atrás exhalando, y exhalar al frente sin hacer tanta presión (lento).

6. Se curva un poco la espalda al bajar cruzando las manos se flexionan las rodillas y con fuerza se levantan los brazos a los lados y hacia afuera, como una defensa de dos golpes por detrás. Se inhala abajo y se exhala al expandir brazos a los lados.

7. El tronco gira hacia el lado izquierdo como un robot, haciendo presión con la mano derecha, semiflexionada, torcer lo más posible el tronco haciendo espirales, como dando cuerda, relajar tomando un pequeño vuelo y golpear al lado contrario fuertemente como si se soltase una liga, que se detiene con el brazo en defensa exactamente al lado del cuerpo (Repetir 3 o 5 veces de cada lado).

8. Impactando el cuerpo de energía: (Látigo)
En este movimiento la energía que se trabaja no tiene nada que ver con el músculo, debe salir de un impacto en el ombligo, y en el general al cuerpo de energía, se sacude la cadera como látigo, este movimiento abre y cierra la energía.

- Se inicia abriendo la energía con palmas hacia arriba, a la altura del ombligo, primer impacto, exhalando en cada impacto y haciendo gran presión en el momento en que para.
- 2do. Impacto a la altura del pecho: palmas abajo, los brazos tensos, pulgar junto, tensar brazo hasta muñeca, pero mano relajada.
- 3er. Impacto: palmas arriba y lejos.
- 4to. Impacto: palmas abajo y cerca del ombligo.

(Hacer a este ritmo las veces que se quiera y terminar cerrando la energía con palmas abajo).
Nota: El torso latiguea cada vez que se impacta el abdomen, pero de una manera natural, ya que la base fundamental de este ejercicio son los impactos.

9.- Inhalar al centro y alzando rodilla, cruzando un poco la pierna que sube flexionada y cruzar manos al frente como de defensa o de equilibrio.

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jueves, 18 de julio de 2019

Despertar Lo Es Todo

La llave que nos hará dueños de la naturaleza interior se llama: Acechar.
Acechar lo es todo. El hombre está firmemente convencido de que está despierto; pero, en realidad, está preso en una red de sueño y de sueños que ha tejido él mismo. Cuanto más se aprieta la red, mejor impera el sueño. Los que están sujetos por sus defensas son los durmientes que caminan por la vida como rebaños de ganado llevados al matadero, indiferentes y sin pensar.

Los soñadores sólo ven, a través de las redes, un mundo detenido, no perciben más que aberturas engañosas, obran en consecuencia y no saben que estos cuadros son simplemente los restos insensatos de un todo enorme. Estos soñadores no son, como tal vez tú crees, los fantasiosos y los poetas: son los trabajadores, los “sin-paz” del mundo, los que están roídos por la locura de producir. Se parecen a los torpes escarabajos laboriosos que suben a lo largo de un tubo liso para hundirse en él en cuanto han llegado arriba. Dicen que están despiertos, pero lo que creen que es vida no es en realidad más que un sueño, determinado anticipadamente hasta en sus menores detalles y sustraído a la influencia de su voluntad.

Ha habido y hay todavía algunos hombres que sabían que soñaban, pioneros que avanzaron hasta las murallas detrás de las cuales se ocultaba el yo eternamente despierto. Pero que no poseían las armas necesarias para el asalto de la fortaleza, y su llamada a combate no despertó a los durmientes. Despertar lo es todo. El primer paso hacia este fin es tan sencillo que un niño puede darlo. Solo el que tiene el espíritu falseado ha olvidado cómo se anda y permanece paralizado sobre sus dos pies, porque no quiere prescindir de las muletas que ha heredado de sus predecesores.

¡Acecha en todo lo que hagas! No te creas ya despierto, porque tú duermes y solo sueñas que estás despierto.
Reúne todas tus fuerzas y haz por un instante resplandecer en todo tu cuerpo este sentimiento: ¡ahora, estoy despierto!
Si esto te da resultado, reconocerás en seguida que el estado en que te encontrabas te parece ahora un embotamiento y un sueño.

Éste es el primer paso vacilante del largo, larguísimo viaje que conduce de la servidumbre al poder.
Avanza de esta manera, de despertar en despertar.
No existe idea atormentadora que no puedas rechazar de esta manera. Se queda atrás y ya no puede alcanzarte. Te extiendes por encima de ella, como la copa de un árbol se eleva sobre las ramas secas.
El dolor se aleja de ti como las hojas muertas cuando este despertar se apodera igualmente de tu cuerpo.

Tienes que subir uno tras otro los peldaños del despertar, si quieres vencer a la muerte.
En este camino del despertar, el primer enemigo que encontrarás será tu propio cuerpo. Lucharás contigo hasta la llegada de la primera estrella de la mañana. Pero si percibes el día del despertar eterno que te aleja de los sonámbulos que creen ser hombres y que ignoran que son dioses dormidos, entonces el sueño de tu cuerpo desaparecerá también y dominarás el Universo.

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miércoles, 24 de octubre de 2018

Decretos de Libertad de un Guerrero

No abrigamos la creencia de que esta Tierra es un reino de miseria, donde el hombre está predestinado a la destrucción.

No creemos que la tragedia sea nuestro destino natural y no vivimos en el crónico temor de un desastre.

No esperamos ninguna desgracia hasta tener motivos para ello, y cuando surgen, somos libres para combatirlos.

No es la felicidad, sino el sufrimiento lo que consideramos antinatural.

No es el éxito, sino las calamidades lo que creemos anormal en nuestras vidas.

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lunes, 1 de octubre de 2018

Conocimiento Ancestral

Cualquier hegemonía socio-cultural de civilizaciones, imperios, culturas, pueblos, y demás, fue estructurada por algún sistema cognoscitivo, una impresión conjunta en el modo de ver y contemplar sus necesidades a todo nivel psico-social, ya sea a propósito o no, entablaron patrones de creencias y comportamientos que se asemejaban paralelamente unas con otras, esto quiere decir por ejemplo si en una Era toda manifestación humana debía ser la conquista, guerras y matanzas, fuerza física, agresión, competencias, todo esto como aspectos generales más notorios, en otro tiempo debería ser contrastadamente y como parte de doce ciclos definidos, la religión, el misticismo, la espiritualidad, la oración y la fe, las características más marcadas de esa Era.

El Conocimiento Ancestral no es cuestión de tiempo pasado, necesariamente; es por el contrario una condición más que cuestión, que hace referencia al hombre que reconoce y vivencia su ORIGEN, un hecho que implica ver más allá de su tiempo, tener una cualidad de Ser que refleje la armonía y el propósito cósmico, en una comprensión profunda de la naturaleza de las cosas y de los eventos que a su alrededor se abren paso en un contexto sin precedentes, tener la capacidad de atestiguar los misterios y verificar el orden causal que lo lleva a él a ser parte del universo, sin someterse completamente a la rueda del tiempo del que forma parte por tener un comienzo, un nacimiento, pero que de igual forma puede escapar por poseer “el secreto”.
Los Conocimientos Ancestrales son atemporales, no pertenecen a ningún tiempo, pudiendo ser encarnados por cualquiera, sin importar su época, siendo lo más importante la fortaleza de la unión, de la ligazón entre el buscador y el Espíritu Universal.

Esta interpolación de conceptos nos lleva al punto referencial de que en la actualidad (nuestro tiempo) definitivamente no hace falta vestirse con indumentarias típicas de tal o cual cultura, no hace falta andar por ahí voceando el nombre de algún pueblo antiguo, o hacer demostraciones pseudo-chamánicas de los rasgos culturales conservados como meros folklorismos entretenidos, para poder verse uno mismo como chamán. En definitiva, actualmente en los tiempos que corren absolutamente todos los conceptos de chamanismo (con extraordinarias excepciones) en términos, significados y demostraciones poseen una desmejorada conceptualización, ningún sistema vital de regencia y menos de claridad, mantenida con demasiada terminología errónea llena de ostracismo y confusión, con una nula organización esencial, que sea coherente y clara (hasta para la cara contemplativa de la objetividad biofísica): simplemente simplista y alegórica.

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lunes, 27 de agosto de 2018

Una Historia de Guerreros

¿Sabes una cosa?
Alguien me decía una vez... "es más fácil dar amor que recibirlo".

Somos brujos. Somos guerreros. Esa es la transformación. La que estamos llevando a cabo.
¡Qué largo el camino que nos ha traído hasta aquí! y, ¿Qué maravillas nos esperan?

Quiero compartir contigo una cosa. Tengo zumbando la "razón" en mi cabeza, ya sabes, el diálogo interno ese maldito. Fuerte!!! martilleando mi sentido del oído. La "ip" me dice una cosa y, eso que me dice, me lleva a morir. Conecto contigo y se hace claro en el atardecer.
Una vez más ando fluctuando entre el bien y el mal, buscando soluciones para el futuro hurgando en el pasado.

Quiero la paz en mi corazón. Hoy leía una cosa en "las enseñanzas de don Juan", se refería a cómo ir a la guerra. "bien despierto, con miedo, con respeto y con absoluta confianza".
¡¡¡Qué impecabilidad!!!

Cuando se va a la guerra con rabia, rencor, deseos de venganza, juicio y condenación, la pérdida siempre ocurre; esta es mi recapitulación. La importancia personal en estado puro.
Me quedo con lo siguiente para ir a la guerra y quiero trabajar en ello.

1º Ir bien despierto.
¡Qué bonito! Cuántas cosas significan ir "bien despierto"...

2º Con miedo.
El miedo primitivo. El miedo se huele. El miedo es interesante analizarlo. Ocurre antes que la rabia. La rabia es consecuencia de la ferocidad. En el altercado que tuve el otro día ´"veía", realmente, la escena desde algo que surgía de la parte posterior de mi cuello para alzarse por encima de mi cabeza. Mi vida estaba siendo amenazada y no lo reconocía con mi mente consciente, sin embargo, algo surgió desde esa parte para "salvarme". Quizá sean las vidas del gato. No me quedan demasiadas, he quemado varias. La verdad es que debilita mucho. Soy demasiado temerario y hace que me exponga innecesariamente.

3º Con respeto.
¡Qué bueno! Nunca se menosprecia nada. Cuando menospreciamos al rival nos menospreciamos a nosotros mismos. El respeto es a la muerte ante la vida.

4º Con absoluta confianza.
¿Qué decir sobre esto?

Te estoy contando una historia de guerreros que van a la guerra cada día, a cada instante y tienen que quitarse el sudor de la frente. El lado izquierdo transmuta el derecho y evolucionamos, aunque sea a golpes, que es como suele ser.

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lunes, 9 de octubre de 2017

Libertad de Ser

El hombre puede ser libre sin hallarse solo; crítico, sin henchirse de dudas, independiente, sin dejar de formar parte integrante de la humanidad. El hombre puede alcanzar esta libertad siendo lo que realmente es, y se alcanza no solamente con el pensamiento, sino con la totalidad del hombre, con la expresión activa de su energía emocional e intelectual. Éstas se hallan presentes en todos, pero se actualizan sólo en la medida en que lleguen a expresarse.
La libertad consiste en la realización espontánea de los actos de un guerrero con la totalidad de su ser.

La espontaneidad es la actividad del ser auténtico e implica el ejercicio de la propia y libre voluntad. Al hablar de actividad aquí se refiere al carácter creador que puede hallarse tanto en las experiencias emocionales, intelectuales y sensibles, como en el ejercicio de la propia voluntad. Una de las premisas de esta espontaneidad reside en la aceptación de la personalidad total y en la eliminación de la distancia entre naturaleza y razón; porque la actividad espontánea tan sólo es posible si el hombre no reprime partes esenciales de su ser... llega a ser transparente para sí mismo y si las distintas esferas de la vida han alcanzado una integración fundamental.

Los actos espontáneos son el único camino por el cual el hombre puede superar el terror de la soledad sin sacrificar la integridad de su ser; puesto que en la espontánea realización de su esencia es donde el individuo vuelve a unirse con el hombre, con la naturaleza, consigo mismo. Solamente aquellas cualidades que surgen de nuestra acciones espontáneas dan fuerza a nuestro verdadero ser y constituyen, por lo tanto, la base de su fortaleza. La incapacidad para obrar con espontaneidad, para expresar lo que verdaderamente uno siente y piensa, y la necesidad consecuente de mostrar a los otros y a uno mismo una “máscara”, constituyen la raíz de los sentimientos de inferioridad y debilidad. Seamos o no conscientes de ello, no hay nada que nos avergüence más que el no ser nosotros mismos.

Lo importante aquí es el acto como tal, el proceso y no sus resultados. En nuestra cultura es justamente lo contrario lo que se acentúa más. Producimos no ya para satisfacción propia, sino con el propósito abstracto de vender nuestra mercadería; creemos que podemos lograr cualquier cosa, material o inmaterial, comprándola; y de este modo los objetos llegan a pertenecemos independientemente de todo esfuerzo creador propio. Del mismo modo, consideramos nuestras cualidades personales y el resultado de nuestros esfuerzos como mercancías que pueden ser vendidas a cambio de dinero, prestigio y poder. De este modo, se concede importancia al valor del producto terminado en lugar de atribuírsela a la satisfacción inherente de la actividad creadora. Por ello el hombre malogra el único goce capaz de darle la felicidad verdadera —la experiencia de la actividad del momento presente— y persigue en cambio un fantasma que lo dejará defraudado apenas crea haberlo alcanzado: la felicidad ilusoria que llamamos éxito.

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domingo, 8 de octubre de 2017

Aprender es Disciplina

Disciplina es una hermosa palabra, pero ha sido mal empleada en el pasado, como todas las demás palabras hermosas. La palabra disciplina viene de la misma raíz que la palabra discípulo; el significado etimológico de la palabra es proceso de aprendizaje. El que está dispuesto a aprender es un discípulo y el proceso de estar dispuesto a aprender es disciplina.
La persona que no está nunca dispuesta a aprender porque piensa que ya sabe; está muy centrada en su así llamado conocimiento. Su conocimiento no es otra cosa que alimento para su importancia personal. No puede ser un discípulo, no puede tener una auténtica disciplina.

El principio de la disciplina es como dijo Sócrates, "solo sé que no sé nada". Cuando no sabes nada, por supuesto, surge un gran anhelo por aprender, por buscar, explorar, por investigar. Y en el momento en el que empiezas a aprender, inevitablemente, le sigue otro factor: tienes que renunciar continuamente a todo lo que has aprendido; de lo contrario, se convierte en conocimiento y el conocimiento te impedirá seguir aprendiendo.
Un hombre verdaderamente disciplinado nunca acumula; muere momento a momento a todo aquello que ha llegado a conocer y se vuelve otra vez ignorante. La ignorancia es realmente luminosa. Una de las experiencias más hermosas de esta existencia es vivir en un estado luminoso de no saber. Cuando estás en un estado de no saber estás abierto. No hay barreras, estás dispuesto a explorar.

La disciplina ha sido malinterpretada. La gente ha estado diciendo a los demás que disciplinen su vida, que hagan esto y que no hagan aquello. Al hombre le han sido impuestos miles de deberías y no deberías, y cuando un hombre vive con miles de deberías y no deberías no puede ser creativo. Es un prisionero; por todos lados se tropezará con un muro.
La persona creativa tiene que disolver todos los deberías y no deberías. Necesita libertad y espacio, un espacio inmenso, necesita el cielo entero y todas las estrellas, sólo entonces su espontaneidad interior comenzará a crecer.

Tu disciplina tiene que salir de tu corazón, tiene que ser tuya, y hay una gran diferencia. Cuando otra persona te impone la disciplina nunca podrá encajar contigo; será como llevar la ropa de otro. Será siempre o demasiado floja o demasiado apretada, llevándola siempre te sentirás un poco ridículo.
La disciplina es un fenómeno individual; siempre que la tomas prestada empiezas a vivir de acuerdo a principios prefijados, muertos. Y la vida nunca es muerte; la vida es un cambio constante momento a momento. La vida es un flujo.

Hay que estar alerta, observar cada situación y sus matices, uno tiene que responder a cada situación de acuerdo al momento, no de acuerdo a cualquier otra respuesta confeccionada por otros.
Intenta estar vivo con todas sus inconsistencias y vive cada momento sin ninguna referencia al pasado, sin ninguna referencia al futuro tampoco. Vive el momento en el contexto del momento, y tu respuesta será total. Y esa totalidad tiene belleza y esa totalidad es creatividad. Entonces todo lo que hagas tendrá su propia belleza.

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jueves, 15 de diciembre de 2016

El Privilegio del Conocimiento

El conocimiento es mucho más accesible a aquellos que son capaces de asimilarlo; y toda dificultad radica en que la gente o no lo desea o no puede recibirlo. Pero ante todo es preciso comprender que el conocimiento no puede pertenecer a todos, ni siquiera puede pertenecer a muchos. Tal es la ley. El conocimiento, como todas las cosas en el mundo, es material y esto significa que posee todas las características de la materialidad. Una de las primeras características de la materialidad es que la materia es limitada. Hasta la arena del desierto y el agua del mar están en cantidad definida e invariable. De modo que, si el conocimiento es material, significa entonces que hay una cantidad definida de conocimiento en un tiempo dado. Pero sabemos, aun por una observación consciente de la vida, que la materia de conocimiento posee cualidades por entero diferentes sea que se la tome en cantidades pequeñas o grandes. Si se la toma en gran cantidad pero solamente por un hombre, o bien por un pequeño grupo de hombres, produce resultados muy buenos; en cambio, tomada en pequeña cantidad por un gran número de personas, no produce resultado alguno; o hasta puede dar resultados negativos, contrarios a lo que se esperaba. Desde este punto de vista es mucho más ventajoso que el conocimiento se conserve entre un pequeño número de personas y no se disperse entre las masas.

A primera vista esta teoría parece muy injusta, por la posición de aquellos a quienes, por así decir, se les niega el conocimiento con el fin de que otros puedan recibir una parte mayor. El hecho es que la mayoría de la gente no desea ninguna clase de conocimiento; se niegan a aceptar su parte, y ni siquiera toman la porción que les es destinada en la distribución general para los propósitos de la vida. Esto es particularmente evidente en tiempo de locura de las masas tales como las guerras, las revoluciones, etc. Debido a ello, enormes cantidades de conocimiento permanecen, por así decir, sin que nadie las reclame y pueden ser distribuidas entre aquellos que comprenden su valor.
No hay nada injusto en esto, porque aquellos que reciben el conocimiento no toman nada que pertenezca a los demás, no privan a los demás de nada; sólo toman lo que los otros rechazaron y que en todo caso se hubiera perdido si nadie lo hubiese tomado. El acopio de conocimiento por algunos depende del rechazo del conocimiento por los otros.

Hay períodos en la vida de la humanidad, que por lo general coinciden con el comienzo o la caída de las culturas y civilizaciones, en que las masas pierden irremediablemente la razón y empiezan a destruir todo lo que ha sido creado por siglos y milenios de cultura. Tales períodos de locura de las masas, que a menudo coinciden con cataclismos geológicos, con cambios climáticos y similares fenómenos de carácter planetario, dejan en libertad gran cantidad de materia de conocimiento. Esto, a su vez, exige el trabajo de reunir esta materia de conocimiento que de otro modo se perdería.

Este aspecto de la cuestión es claro. La multitud no desea ni busca el conocimiento, y los dirigentes de la multitud, en su propio interés, tratan de fortalecer el miedo y la antipatía hacia todo lo nuevo y desconocido. La esclavitud en la cual vive la humanidad se basa en este miedo. Es difícil imaginar todo el horror de esta esclavitud. No comprendemos lo que está perdiendo la gente. Pero con el fin de comprender la causa de esta esclavitud basta ver cómo vive la gente, qué constituye el propósito de su existencia, el objeto de sus deseos, pasiones y aspiraciones, de lo que piensan, de lo que hablan, de lo que sirven y de lo que adoran. Consideren en qué gasta su dinero la humanidad culta de nuestro tiempo, qué es lo que impone el precio más alto, dónde están las grandes muchedumbres. Si pensamos un instante sobre estas cuestiones vemos claramente que la humanidad, tal como es ahora, con los intereses por los cuales vive, no puede esperar otra cosa diferente de lo que tiene.

El otro aspecto consiste en el hecho de que nadie esconde nada; no hay misterio alguno. Pero la adquisición o la transmisión del verdadero conocimiento exige mucho trabajo y un gran esfuerzo, tanto de quien lo recibe como de quien lo imparte. Y aquellos que poseen este conocimiento hacen cuanto pueden por transmitirlo y comunicarlo al mayor número posible de personas, por facilitarles el acceso y permitirles que se preparen para recibir la verdad. Pero el conocimiento no se puede impartir por la fuerza a nadie, y un examen imparcial de la vida del hombre medio, de lo que llena su día, de las cosas en que se interesa, mostrará en seguida si es posible acusar a los hombres que poseen el conocimiento de ocultarlo, de no desear impartirlo o de no querer enseñar a la gente lo que ellos conocen.

Aquel que desea el conocimiento debe hacer por sí mismo el esfuerzo inicial para encontrar la fuente del conocimiento y encararlo, aprovechando la ayuda y las indicaciones que se dan a todos, pero que la gente por regla general no desea ver o reconocer. El conocimiento no puede llegar a la gente sin que ella se esfuerce por su parte. Todos lo comprenden muy bien en relación con el aprendizaje ordinario, pero en el caso del conocimiento, cuando admiten la posibilidad de su existencia, encuentran que es posible esperar algo diferente. Y sin embargo hay teorías que afirman que, el conocimiento puede llegar a la gente sin esfuerzo alguno de su parte, que pueden adquirirlo hasta en el sueño. La existencia misma de dichas teorías constituye una explicación adicional de por qué el conocimiento no puede llegar a la gente. Al mismo tiempo es esencial comprender que el esfuerzo independiente del Hombre para lograr algo en esta dirección, tampoco puede dar resultado. Un hombre sólo puede alcanzar el conocimiento con la ayuda de aquellos que lo poseen. Es preciso comprender esto desde el comienzo.

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viernes, 26 de febrero de 2016

Renunciar a la Importancia Personal

Renunciar a la importancia personal significa dejar el infantilismo, la ineficacia y la mentira. Se confunde como una acción final el hecho de abandonar la importancia personal (se renuncia a la importancia personal y ya no hay más personalidad). Esto es una ilusión porque, en realidad, no existe la personalidad egoica en el Universo; por tanto, no hay nada real a lo que se renuncia cuando abandonamos la importancia personal.

La importancia personal se mide en términos de tiempo. Si en un momento dado renunciamos a tres minutos de importancia personal, al día siguiente otros tres minutos de voluntad se desarrollarán. Renunciar a la importancia personal es un proceso continuo, no una única acción. Una acción aislada no significa nada.

Renunciar a la importancia personal no significa hacer algo. Eso sucede muy raras veces. La mayor parte de las veces es todo lo contrario, es no-hacer algo; y esto supone una gran diferencia. La importancia personal está siempre conectada con la propia opinión, con el pensar que se sabe algo. La importancia personal es como un niño que dice: “Ya lo sé”. “Lo haré yo solo”. La importancia personal tiene muchas facetas, se le dice a alguien que no haga algo y al instante quiere hacerlo. No se puede adquirir voluntad hasta no haber renunciado a la importancia personal. Del mismo modo que no se puede adquirir conocimiento hasta no haber renunciado a las opiniones personales.

Renunciar a la importancia personal es algo que tiene que hacer uno mismo. Hay que estar lo suficientemente libre de su acción para poder aceptar las cosas sin lucha. No se pueden mantener los viejos puntos de vista y opiniones, y adquirir otros nuevos al mismo tiempo. Hay que tener el suficiente coraje para renunciar a lo viejo. Hay que ser capaces de entender la necesidad de la disciplina. No se puede crear voluntad hasta no haber aceptado una disciplina.

Está en la misma naturaleza de las cosas el que la conciencia y la voluntad no puedan darse de por sí. Todo debe ser “comprado”, nada es gratis. Lo más difícil es aprender cómo pagar. Uno consigue exactamente tanto como paga. La voluntad no puede desarrollarse mecánicamente; la conciencia no se puede desarrollar inconscientemente, no puede crecer de la nada, hay que pagar por todo. Hay que tomar conciencia de la posición y hay que estar preparado para pagar. Cuanto más se esté dispuesto a pagar más se obtiene. Nada puede darse sin más.
Si uno tiene algo y quiere darlo resulta que no puede. La naturaleza de la cosa que uno quiere dar es tal que los demás “deben” pagar por ella. Uno no puede conseguir que los demás la tengan; tienen que quererla mucho y estar dispuestos a pagar por ella. No hay otro modo. Solo entonces puede llegar a ser suya; si no, se pierde.

El pago no tiene nada que ver con dinero ni nada por el estilo. El pagar es más bien un principio. El dar dinero y servicio es una cuestión de posibilidad. Desgraciadamente solo tenemos una palabra, “pago”, de modo que hay que usarla en diferentes sentidos. El pago con dinero depende en parte del entendimiento y en parte de las posibilidades. El otro tipo de pago es algo mucho más importante y debe ser entendido como algo absolutamente necesario.

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miércoles, 6 de enero de 2016

El Viento de las Mujeres

Las mujeres poseen una dirección singular y cada una de ellas tiene un viento personal. El viento se mueve dentro del cuerpo de una mujer debido a que tiene útero. Una vez dentro del útero, el viento no hace sino atraparla y decirle cosas. Cuanto más serena y relajada se encuentra la mujer, mejores son los resultados. Puede decirse, que de pronto, la mujer se encuentra haciendo cosas de cuya realización no tiene la menor idea.

Una mujer guerrero puede usar su viento particular para cualquier propósito específico, como embellecer su cuerpo y renovarlo. El viento puede decirle a una mujer qué hacer con todo. Su vida, sus cosas, sus sentimientos. Puede parecer que son sus propios pensamientos; pero no obstante cuando se tranquilizan, comprenden que hay algo que les dice las cosas. Una mujer guerrero debe entregarse al viento y dejar que la guíe.
Hay cuatro vientos, como hay cuatro direcciones. Esto en cuanto a lo que hacen los chamanes. El cuatro es un número de poder para un guerrero. Los cuatro vientos son:

La Brisa
La Brisa es el amanecer. Trae la esperanza y la luminosidad; es el heraldo del día. Entra en todo, viene y se va.
A veces es dulce y apacible; otras es inoportuno y molesto.

El Viento de Mediodía
El Viento del Mediodía es un viento violento, cálido o frío, o ambas cosas. Sus ráfagas están llenas de energía, pero también llenas de ceguera.
Se abre camino destrozando puertas y derribando paredes. Un guerrero ha de ser terriblemente fuerte para detener al viento violento.

El Viento del Atardecer
El Viento del Atardecer es un viento triste y molesto. Un viento que nunca le deja a uno en paz y que hiela y hace llorar. Sin embargo hay en él una profundidad tal que bien vale la pena buscarlo.

El Viento Cálido
El Viento Cálido abriga, protege y lo envuelve todo. Es un viento nocturno. Su fuerza está unida a la oscuridad.

Los cuatro vientos están igualmente asociados con las cuatro direcciones.
La Brisa es el Este.
El Viento Violento o del Mediodía es el Norte.
El Viento Frío o del Atardecer es el Oeste.
El Viento Cálido o de la Oscuridad es el Sur.

Los cuatro vientos poseen también personalidad.
La Brisa es alegre, pulcra y furtiva.
El Viento Violento o del Mediodía es enérgico, imperativo e impaciente.
El Viento Frío o de la Tarde es variable y meditabundo.
El Viento Cálido o de la Noche es feliz, confiado y bullicioso.

Los cuatro vientos son mujeres, es por eso que los guerreros femeninos los buscan. Vientos y mujeres son semejantes. Esta es una de las razones por las cuales las mujeres aprenden con mayor rapidez que los hombres si se mantienen fieles a su viento.
Una mujer averigua cuál es su viento si se queda quieta y no se habla a sí misma, mientras deja que el viento la penetre.

Rasgos Específicos del Cuerpo Luminoso

Categorías de la Personalidad

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jueves, 10 de diciembre de 2015

Campos Unificados

Todo está conectado, todo está en movimiento. Unos campos se relacionan con otros en una sucesión de ritmos, como en una danza universal que nace de las profundidades mismas de la conciencia.


Cuando usamos el arte de acechar estamos poniendo en práctica un conjunto de procedimientos y actitudes que permiten a una persona (a quien llamamos guerrero) extraer lo mejor de cualquier situación concebible.
El arte del acecho siempre tiene que ver con el mundo cotidiano. Por ello, es recomendable para un guerrero no tener cosas materiales en las que enfocar su poder, para así poder enfocarlo en el espíritu, en el verdadero vuelo a lo desconocido y no en trivialidades. Si quieres seguir el camino del conocimiento tienes que librarte de la compulsión de poseer cosas y de aferrarte a ellas.

Existe una gran diferencia entre “ver” y mirar. “Ver” es un conocimiento del cuerpo. El predominio del sentido visual, en los seres humanos, interviene en este conocimiento corpóreo haciendo parecer que “ver” esté relacionado con los ojos.
Cuando un guerrero pierde la forma humana, éste obtiene una libertad de recordarse a sí mismo como un conglomerado de campos de energía enderezados que le hacen ser aún más libre. Un guerrero que ha perdido la forma humana se “ve” como siempre ha sido, como una espiral.
Todo el acecho de un guerrero ha de dirigirse en esa dirección, la de perder la forma humana y todo lo que ello conlleva, porque el gran logro de un guerrero es disfrutar de la alegría del infinito. Es por eso que un guerrero sabe que espera y sabe lo que espera; y mientras espera, deleita sus ojos en la contemplación del mundo.

El destino de un guerrero sigue un curso inalterable y el desafío consiste en cuán lejos puede llegar y cuán impecable puede ser dentro de esos rígidos confines.


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miércoles, 29 de octubre de 2014

Disponiblidad

El cazador no está disponible, y esto significa evitar deliberadamente cansarse y cansar a los demás. Nada ajeno puede turbarle o atraerle, porque el guerrero, haga lo que haga, posee una intención inflexible. Esta indisponibilidad es pues, ante todo, estratégica, como todo lo que hace el guerrero-cazador.

Esta indisponibilidad le viene de que él no deforma su mundo presionándolo. El cazador es lo contrario del hombre corriente, ansioso, sentimental, egoísta y explotador. El cazador no hace más que rozar su mundo, y se va rápidamente dejando apenas huella de su paso. De esta manera, el arte del cazador es el hacerse inaccesible, es decir, el tocar el mundo circundante con sobriedad. Y esta inaccesibilidad nada tiene que ver con la soledad del ermitaño. Si no hace más que esconderse no servirá de nada; sustraerse a los demás es, ante todo, sustraerse a sí mismo. El eremita de las religiones cumple de hecho una función social. Todos saben que es un ermitaño y, en primer lugar, lo sabe él mismo. Lo eremítico forma parte de su historia personal, pues para él es una rutina. El guerrero no se sustrae materialmente a su mundo, sino que utiliza su mundo con frugalidad y ternura. Un cazador está en íntima relación con su mundo y, sin embargo, permanece inaccesible a este mismo mundo.

El cazador es uno de los animales sin rutinas y eso le hace mágico. El guerrero, como el animal, deviene mágico, es decir, dotado de poder y de imprevisibilidad, pues ya no tiene rutinas cuando borra su historia personal. Y así, el guerrero y el animal mágico no pueden ser presa de nadie, pues todos obramos a la manera de las presas que perseguimos... un cazador que sabe esto no tiene más que una idea en la cabeza: no ser una presa.

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jueves, 23 de octubre de 2014

La Voz del Espiritu

Los parámetros de nuestra percepción normal nos han sido impuestos como parte del proceso de adaptación social, no en forma por completo arbitraria pero con todo prescritos de manera forzosa. Uno de los aspectos de dichos parámetros obligatorios es el sistema de interpretación que convierte los datos sensoriales en unidades significativas, las cuales convierten al orden social en una estructura de interpretación.

Nuestro funcionamiento ordinario dentro del orden social requiere una adhesión ciega y fiel a todos sus preceptos, ninguno de los cuales da cabida a la posibilidad de percibir energía de manera directa; por ejemplo, percibir a los seres humanos como campos energéticos en forma de enormes y blanquecinas esferas luminosas.

A fin de lograr la hazaña de aumentar nuestra capacidad de percepción requerimos energía interna. Tal aumento de la percepción debe constituir una nueva forma, mesurada y pragmática, de percibir. De ningún modo puede constituir, simplemente, la continuación de la percepción del mundo cotidiano.

Para cambiar tenemos que cumplir con tres condiciones. Primero, debemos anunciar en voz alta nuestra decisión de cambiar, para que el intento nos oiga. Segundo, debemos conservar nuestro firme propósito a lo largo de cierto periodo de tiempo. No podemos empezar algo y abandonarlo en cuanto nos desanimemos. Tercero, debemos ver el resultado de nuestras acciones con un sentido de desapego total. Esto significa que no podemos darnos a la idea de tener éxito o de fracasar. Siguiendo estos tres pasos se puede cambiar toda emoción y deseo indeseable en uno.

Todo tiene una forma, pero además de la forma exterior existe una conciencia interior que rige las cosas. Esta conciencia silenciosa es el espíritu. Es una fuerza que lo abarca todo y que se manifiesta de diferente manera en diferentes cosas. Esta energía se comunica con nosotros.
Lo que es llamado la voz del espíritu es más bien una sensación. También puede ser una idea que de pronto irrumpe en la cabeza. A veces es como un anhelo por ir a algún sitio vagamente familiar, o por hacer algo también vagamente familiar.
La voz del espíritu es una abstracción que nada tiene que ver con voces, pero es posible que a veces las escuchemos. El espíritu es una fuerza abstracta, ni buena ni mala. Una fuerza que no tiene interés alguno en nosotros, pero que a pesar de ello responde a nuestro poder. No a nuestras oraciones, sino a nuestro poder.
La voz del espíritu sale de la nada. Sale de la profundidad del silencio, del reino del no ser. Solo se escucha esa voz cuando estamos totalmente quietos y equilibrados.

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sábado, 6 de septiembre de 2014

El Nagualismo y la Modalidad de la Epoca

La modalidad de la época absorbe experiencias y conocimientos para ponerlos en función de la realización individual o de una plataforma chovinista basada en la etnicidad de los naguales. Pero en sentido estricto el interiorismo es la óptica con que la mayoría de la gente toma contacto con el nagualismo y las prácticas que le están asociadas (pases mágicos, recapitulación, ensueño).

Mucha gente llena sus vidas con la sabiduría de los antiguos chamanes y guerreros de América, pero no se les suele ver acompañando a las autoridades espirituales de los pueblos originarios de la actualidad en su lucha por el reconocimiento de sus derechos. Han tomado de los "indios" un camino con corazón, pero su corazón no se muestra comprometido con esas naciones y con los territorios espirituales que han honrado y venerado durante siglos.

Tal es la lógica de la moderna sociedad occidental: adquirimos libros, videos, seminarios o entrenamientos online para incorporar prácticas que benefician nuestras vidas. ¿Pero dónde está la gratitud o la reciprocidad con el mundo del que provienen esos conocimientos? En la bibliografía nagualista se menciona a la Tierra como la fuente de la que provenimos y que nos proporciona lo necesario para poder existir, y también como un ser consciente que puede levantarnos hacia la libertad total. Pero en la práctica la conexión con ella permanece en un plano retórico o a lo sumo da pie a excursiones fugaces al mundo natural, como al caminar descalzos por el césped, tocar unos tambores al aire libre, visitar el desierto o la montaña o darse una vuelta por el bosque para impregnarse del verde de los árboles antes de regresar a las ciudades.

En la modalidad de la época, siempre parece haber algo más importante, más trascendental o significativo que una relación directa con la Tierra. Al fin y al cabo la Tierra permanecerá y nosotros sólo estamos de visita. Vinimos aquí de paso a usar las instalaciones. Lo que ocurra con ellas y con los demás seres que las necesitan no es de nuestra incumbencia. Basta con “ser conscientes”, aunque no hagamos nada. Indudablemente esta estrategia es razonable bajo el despotismo de los pinches tiranos, cuyas instituciones nadie podía criticar sin arriesgar la vida. ¿Pero se justifica en un tiempo en que los oscurantismos están en retirada o al menos ya no son omnipotentes?

Se ha perdido de vista que el modo en que nos relacionamos con la Tierra es responsabilidad de todos y es algo que sólo se puede transformar a través del ejemplo. La distinción intuitiva entre la vida interior y lo que se opone a la vida no parece formar parte de las preocupaciones de los que buscan la libertad de la percepción, por lo cual incorporan elementos provenientes de las culturas prehispánicas sin que ello modifique sus modos abióticos de vida. Algo parece hallarse implantado en la subjetividad humana que impide el reconocimiento de esta distinción, la que una vez que ha sido puesta en evidencia resulta indesmentible. Como enseñan los chamanes, lo que ha sido implantado es la mente foránea.

No está en la naturaleza del corazón humano hacer distinción entre él y la Tierra. Es una manifestación de la Tierra que toma un lugar entre sus fuerzas para oponer resistencia a la abiótica. En ese intento, el conocimiento de nuestra naturaleza como perceptores es una gran ayuda. Los logros extraordinarios de los videntes, inspirados por los chamanes paleo-americanos, pueden contribuir a la expansión de la conciencia humana, reunificando los mundos orgánicos e inorgánicos, la cognición de hombres y mujeres, la primera y la segunda atención, el tonal y el nagual, el terror y la maravilla de existir en la Tierra.

Con ese ánimo tomamos esas herramientas y las incorporamos a nuestras vidas. Contribuyen a nuestro despertar, pero no prometen ni aseguran nada. No nos concierne la restauración de la toltequidad o la transformación de las contundentes enseñanzas de don Juan y los suyos en un nuevo dogma revelado. Nuestra lucha intenta desenmascarar la instalación foránea y expandir la conciencia humana. Todo lo demás se ha vuelto superfluo para nosotros porque tarde o temprano se convierte en otra excusa del yo para gobernar nuestras vidas y las de los demás.

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viernes, 11 de julio de 2014

El Golpe del Nagual

Para que nuestra primera atención pueda enfocar el mundo que percibimos tiene que poner en relieve ciertas emanaciones. Las emanaciones seleccionadas provienen de la estrecha banda en la que se localiza la conciencia del hombre. Las emanaciones desechadas están al alcance, pero permanecen latentes, desconocidas para el hombre por toda la vida.

Las emanaciones puestas en relieve son conocidas, por los chamanes, como el lado derecho, la conciencia normal, el tonal, este mundo, lo conocido, la primera atención. El hombre común lo llama realidad, racionalidad, sentido común.
Las emanaciones desechadas, aun dentro de la banda del hombre, son consideradas como el preámbulo de lo desconocido. Lo desconocido propiamente dicho consiste en el resto de las emanaciones que son parte de la banda del hombre y jamás son acentuadas. Los chamanes las llaman la conciencia del lado izquierdo, el nagual, el otro mundo, lo desconocido, la segunda atención.

Este proceso de poner en relieve ciertas emanaciones fue descubierto y practicado por los chamanes del antiguo México al darse cuenta que un hombre nagual, o una mujer nagual, por el hecho de tener más energía que el hombre común, pueden empujar el resplandor de la conciencia y sacarlo de las emanaciones acostumbradas y moverlo a las emanaciones vecinas. Este empujón es conocido como el golpe del nagual.
El golpe del nagual es una técnica que en la actualidad se usa para guiar a un guerrero en la investigación de las posibilidades totales del hombre. Tiene que darse en un punto preciso, en el punto de encaje, y el lugar exacto varía en grados minúsculos de persona a persona. El golpe lo tiene que dar un nagual que “ve”. Es inútil tener la fuerza de un nagual y no “ver”, como “ver” y no tenerla fuerza de un nagual. En ambos casos los resultados son simplemente golpes en la espalda.

El punto de encaje no se encuentra en el cuerpo físico, sino en la esfera luminosa. El nagual identifica ese punto por su intensa luminosidad y, más que golpearlo, lo empuja. La fuerza del empujón crea una hendidura en la esfera que se siente como un golpe en el omóplato derecho, un golpe que saca todo el aire de los pulmones.
Una esfera endurecida por la absorción en sí misma no se ve afectada por el golpe del nagual. Sin embargo, en ocasiones la esfera del hombre es muy flexible y la más pequeña fuerza crea una hendidura, como un plato hondo, que varía desde una depresión del tamaño de una naranja a una que abarca la tercera parte del toda la esfera luminosa; o crea una grieta que puede recorrer a todo lo ancho de la esfera, o a lo largo, dando la impresión de que la esfera luminosa que se ha enroscado en sí misma.
Al desplazar el resplandor de la conciencia la hendidura agranda el área de la primera atención presionando a las emanaciones interiores. La fuerza de esa presión hace que el resplandor de la conciencia brille sobre otras áreas que generalmente son inaccesibles para la primera atención.

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martes, 31 de diciembre de 2013

El Nuevo Ciclo

Con la libertad ilimitada de ser un desconocido, debemos hacer el intento de cumplir la misión que nos encomendó el poder. Esta misión consiste en sacar del lado oculto al nagual y ponerlo a disposición de aquellas personas que tengan el poder suficiente para entrar en esa "otra realidad" antes de que comience el final del Quinto Sol.


¿Cómo se está haciendo este intento? En principio diremos que la síntesis de este "conocimiento" se encuentra en la llamada "Tensegridad", que son ciertos movimientos energéticos que permiten la reutilización de la energía en el ser humano, para con ella, intentar trascender a otras realidades de la misma existencia.

Estamos ante la quiebra del paradigma de la sociedad actual. La destrucción del mundo y la degradación de los seres humanos están a punto del colapso. Parece que los seres humanos hemos perdido el sentido divino y místico de la existencia. Todo se resume al dinero, el poder de compra, el placer y la comodidad. La vida humana solo sirve para... "nacer, crecer, reproducirse, trabajar, consumir, pagar, ver la televisión y morir".

La maravilla y el terror de estar vivo y consciente. El desafío de la conciencia de la muerte y la necesidad de trascender la vida en el plano espiritual. El asombro de ser además de un ser energético (luminoso), poseer la capacidad creadora de generar la más pura energía del universo. En fin, la maravilla y el prodigio de sentirse y saberse poseedor de un inconmensurable don, es el desafío que nos está aguardando a la vuelta de la esquina en este nuevo ciclo.

El colapso de Occidente no sólo es económico, sino fundamentalmente cultural. En efecto, el paradigma de la civilización Occidental se está desplomando como las Torres Gemelas, lo que sucede es que por su macro dimensión, aparentemente su caída es a cámara lenta y no se detecta tan fácilmente. Pero los valores en los que se fundamenta la cultura Occidental: libertad, igualdad y fraternidad, son los que ha perdido completamente esta civilización, pues tiene una enorme carencia de ellos, de modo que lo que actualmente vivimos es un: totalitarismo económico, una terrible injusticia social y una despiadada deshumanización.
La gente desesperada busca alternativas, caminos que la liberen de esta barrena de degradación social y espiritual.

Ante esta situación el "conocimiento silencioso", no sólo de los Viejos Abuelos, sino de todos los pueblos antiguos del mundo se ha activado para enfrentar lo que viene. La misma Madre Tierra lo induce en sus más amados hijos, en sus más devotos hijos, en sus más sensibles hijos. De modo que los múltiples linajes están brotando, como esas flores del desierto, que pueden aguantar diez años como una semilla bajo el ardiente sol o las bajas temperaturas invernales, esperando por largos años una tormenta para al otro día brotar mágicamente en medio de la nada.

El cambio vendrá por sí mismo ya que no hay nada que se pueda hacer para darle a la gente común y corriente una comprensión más equilibrada de lo que es el fulgor de la conciencia. Un guerrero aspira a ser libre, a ser testigo sin prejuicios, testigo incapaz de juzgar; de lo contrario tendría la responsabilidad de implementar un nuevo ciclo más ajustado y nadie puede hacer eso. Un nuevo ciclo tiene que surgir por sí mismo.

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miércoles, 27 de noviembre de 2013

Desmontando la Trama del Volador

Ya hemos visto en otras ocasiones la idea del volador, como esa energía, ese ser sin organismo que nos tiene esclavizados bajo el yugo del miedo, la culpa, el rencor, la ira, el odio, y que nos ha dado su mente haciéndonos creer que es nuestra mente racionalista, materialista y egoísta que nos hace vernos y sentirnos separados de todo cuanto nos rodea.

Los chamanes del antiguo México, los primeros en darse cuenta de la existencia de estos seres, les llamaron “voladores”, por su forma y comportamiento. En este nuevo artículo vamos a profundizar un poco más en esta idea y vamos a intentar entender y desenmascarar este ser que nos usa y nos utiliza como su alimento particular de luminosidad, pues es de nuestra luminosidad de lo que el volador viene alimentándose.
El volador lo penetra todo. Su hechizo hace que la vida parezca gris y triste. Nos engaña hasta el punto de hacernos pensar que existimos sin otro propósito que la mera supervivencia. Nos condena a la vejez, a la enfermedad y a la muerte.

La esperanza que les queda a los seres humanos es ese destello de maravilla, igual que un relámpago de verano que ilumina el cielo durante la noche, como un escalofrío que recorre la espina dorsal y que es el contacto con el intento. Así lo llamamos. El hechizo que se cierne sobre nosotros ha hecho muy bien su labor, pero no es lo bastante fuerte para convencernos de que estamos condenados.

Ahora sabemos que las interferencias hacen que las cosas cambien y nosotros podemos perturbar la rueda del tiempo. Dicho de otra manera, podemos ordenar los hechos para que la historia de siempre no vuelva a repetirse. Sabemos que podemos sentirnos perdidos, pero es así como se siente uno siempre cuando se encuentra con algo desconocido. Lo peor que se le puede augurar a alguien es que siga con la misma vida que lleva.

La humanidad entera vive bajo una especie de hechizo desarrollado por el volador. Lo que tenemos que hacer es arrancarnos ese hechizo. Se trata del hechizo del tiempo. Los guerreros auténticos no están ligados a él, puesto que viven en el pasado, en el futuro y en el presente al mismo tiempo.
Tú y yo estamos juntos en esta habitación, pero lo que vivimos es muy diferente. Por consiguiente, como mínimo hay dos versiones de lo que ocurre. No hay nadie que esté únicamente en un lugar. Las líneas rectas y estrechas del tiempo son, en realidad, los hilos de una telaraña que llega a la eternidad. Una versión cualquiera del tiempo es solo una opción, y esa opción puede ser siempre la misma, ya que la telaraña del tiempo es muy extensa, o puede ser diferente, dependiendo de lo que uno quiera.

Hay una parte en nosotros, que es nuestra mente genuina, nuestra mente auténtica; no es la mente que el volador nos ha dado, haciéndonos creer que era nuestra auténtica mente. A esa mente solo se llega a través del silencio interior y los chamanes le llaman el conocimiento silencioso. Esa mente es la que se mantiene al margen, la que no se involucra con los sentimientos del mundo. Es esa parte de nosotros que no participa del drama de la vida que nos han hecho creer como propio. Es la que no acepta la ilusión del tiempo. Pero, ¡qué intensa es esa ilusión!
Toda versión del tiempo es real, pero ninguna es completa… esa es la cuestión y ahí, precisamente, radica nuestra oportunidad. El volador aún no ha visto que sus esquemas estén alterados, debido a que la alteración es insignificante. Pero solo quedan unos pasos más que desandar y toda la trama urdida por el volador se vendrá abajo.

Uno bien podría quedarse mudo, en realidad es lo que ocurre la mayor parte de las veces, que se ve la realidad por vez primera; mundos que van y vienen como motas de polvo en un rayo de sol. Estos son principios del conocimiento silencioso.

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jueves, 7 de noviembre de 2013

Claves del Nagual

A fin de rescatar el ámbito del conocimiento puro salido de nuestros corazones, soñar un mundo nuevo y convertirlo en realidad, debemos despertar la magia dormida que todos llevamos dentro.

Lo que la sociedad considera realidad es la hipnosis del condicionamiento social, una invención artificial de la que todos, colectivamente, participamos. Es el melodrama de una existencia tediosa, poblada de obsesiones vulgares y de búsquedas banales en la que nuestro único destino es nacer, envejecer y morir.

Si nos percatáramos de esa realidad veríamos que las claves de la magia de la vida están en nuestra propia conciencia. La vida nos colma de maravillas cuando comenzamos a verla como expresión de lo eterno. La vida en sí misma es un milagro y si estamos aquí y ahora es por un milagro.

La inteligencia interna del cuerpo/mente humanos es el genio último y supremo, refleja la sabiduría del universo, una sabiduría en la que reside el poder de la transformación. La transformación nos da acceso a nuevas realidades, a nuevos mundos. En esa inmensa latitud donde se extiende la conciencia hay mundos infinitos que vienen y van, motas de polvo que bailan en un rayo de luz.
Mientras el nagual duerme en los rayos de luz, corresponde a nuestro destino interpretar una infinidad de personajes. En el drama de la vida nos cubrimos con máscaras sociales y es en este sacrificio del espíritu frente a la propia personalidad, donde nace el tiempo.

El espíritu no se ve nunca ensombrecido por la forma ni por el fenómeno. Y has de saber que para estar vivo de verdad, tienes que morir para el pasado en cualquier momento. Más allá del juicio y de la memoria, se extiende el océano de la conciencia universal. En un océano tan vasto como éste no somos más que insignificantes ondulaciones, sin acceso a la totalidad del conocimiento infinito.

La fuente de la vida que hay dentro de nosotros es el lugar al que debemos acudir una y otra vez para borrar las experiencias contaminantes a las que estamos sujetos y con las que nos enfrentamos cada día. Antes de encontrar al nagual has de transitar por oscuros caminos, recorrer secretos pasajes y poblar desvanes habitados por los fantasmas que viven en tu mente. Tienes que enfrentarte con tu enemigo natural número uno, el miedo. Todos lo llevamos dentro; somos un conglomerado de ambigüedades, una aglutinación de diferentes energías arquetípicas en las que coexiste lo sagrado y lo profano, lo divino y lo diabólico, el pecador y el santo.
Empieza por despellejar las capas de tu ser para descubrir en él lugares y tiempos remotos. Recuerda la sabiduría de lo impredecible e inseguro, a fin de escapar de la cárcel de lo desconocido. Descubre tu propio descontento y lo apreciarás porque, de no existir, no habría fuerza creadora. En la adversidad están las grandes oportunidades de evolución.

Son los tiempos de soñar y de escapar de los límites del tiempo, de descubrir la infinidad de versiones que hay de cada uno de los hechos que suceden y que cada una depende únicamente del observador.
Existimos simultáneamente en todos los tiempos; los caminos del tiempo, rectos y angostos, son hilos de una telaraña que se extiende hasta el infinito.
Cada acción refleja todas y cada una de las demás acciones; cuando vibra un electrón, todo el universo se estremece… Un solo gesto puede por sí solo conformar nuestras vidas o cambiar el curso de la historia.

La vida es mágica, misteriosa, maravillosa y milagrosa. Si pierdes la magia, perderás algo más valioso que la misma vida, ya que ésta se convertirá en algo aburrido y triste. Cuando hay destellos de algo maravilloso, quiere decir que hay un toque del nagual. La peor maldición que le puede caer a cualquiera es la inactividad, la existencia banal, la tranquila desesperación surgida de la necesidad de resignarse.

Presta atención, en cada paso del camino de tu vida, a las señales que te guiarán a través de los significados ocultos de los hechos de cada día; para discernir dentro del choque eterno entre el espíritu y el ego, lo que quieres ser y hacer. El espíritu está libre de cuidados, es despreocupado, rebosa de alegría y se ría continuamente. El ego es serio, arrogante y pendenciero. En uno hay paz, armonía y amor; en el otro miedo y hostilidad.

Explora la corte de los milagros y observa los guerreros poderosos que marchan a tu lado, porque podrían convertirse en nuestra única clave para encontrar la libertad.
Ha llegado el momento de honrar lo que hay de femenino en nosotros mismos, en nuestra especie y en nuestro mundo. La inteligencia femenina del universo nos va a ayudar a sanar la psicosis de la mente colectiva, porque lo femenino es nutritivo, contextual, parental, intuitivo y sabio.

Este es el mundo que soñamos convertir en realidad a través de la pureza de nuestros corazones. Trata de la masa crítica y de la conciencia coherente y colectiva, necesaria para provocar una fase de transición en nuestra civilización. Es el vuelo en las alas de la libertad.
Somos almas que vienen de lugares y tiempos antiguos. Ahora es el momento de olvidar la ambigüedad del ser humano y recordar que la vida es un horizonte abierto y que somos seres mágicos. Ahora son los tiempos en los que nos elevamos a un lugar privilegiado donde los actos cotidianos adquieren un significado mítico. Ahora es el momento de exaltar a la humanidad a este ascenso.

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miércoles, 1 de mayo de 2013

El Desatino Controlado

Dentro del arte del “acecho” existe una técnica muy usada por los guerreros: “el desatino controlado”.
Los guerreros aseguran que esta es la única técnica con que cuentan para tratar consigo mismos en la conciencia acrecentada y con la gente en el mundo de la vida cotidiana.
El desatino controlado es un arte sumamente molesto y difícil de aprender. Muchos guerreros no tienen aguante para eso, no porque tenga nada de malo; sino porque hace falta mucha energía para ejercitarlo.

Para cuando llegamos al “camino del guerrero” nuestra personalidad ya está formada; y solamente nos resta practicar el desatino controlado y reírnos de nosotros mismos.
Los acechadores que practican el desatino controlado creen que, en cuestiones de personalidad, toda la especie humana cae dentro de tres categorías:

Las personas de la primera categoría son los perfectos secretarios, ayudantes o acompañantes. Tienen una personalidad muy fluida, pero su fluidez no nutre. Sin embargo, son serviciales, cuidadosos, totalmente domésticos e ingeniosos dentro de ciertos límites; chistosos, de muy buenos modales, simpáticos y delicados. En otras palabras, son la gente más agradable que existe, salvo por un enorme defecto: no pueden funcionar solos. Necesitan siempre que alguien los dirija. Con dirección, por dura o antagónica que pueda ser son estupendos. Por sí mismos perecen.

La gente de la segunda categoría no tienen nada de agradable. Los de este grupo son mezquinos, vengativos, envidiosos, celosos y egocéntricos. Hablan exclusivamente de sí mismos y habitualmente exigen que la gente se ajuste a sus normas. Siempre toman la iniciativa, aunque esto les haga sentirse mal. Se sienten totalmente incómodos en cualquier situación y nunca están tranquilos. Son inseguros y jamás están contentos; cuanto más inseguros se sienten, más desagradable es su comportamiento. Su defecto fatal es que matarían con tal de estar al mando.

En la tercera categoría están los que no son ni agradables ni antipáticos. No sirven a nadie, pero tampoco se imponen a nadie. Más bien son indiferentes. Tienen una idea exaltada de sí mismos, basada solamente en sus fantasías. Si son extraordinarios en algo es en la facultad de esperar a que las cosas sucedan. Por regla general esperan ser descubiertos y conquistados; tienen una estupenda facilidad para crear la ilusión de que se traen grandes cosas entre manos; cosas que siempre prometen sacar a relucir pero que nunca lo hacen, porque en realidad no tienen nada.

Temperamentos de los Guerreros Masculinos

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viernes, 1 de marzo de 2013

La Percepcion es Alineamiento

La Tierra es un ser viviente y con conciencia de ser. Los chamanes, desde tiempos antiguos “vieron” que la Tierra tiene una esfera luminosa que encierra emanaciones específicas provenientes del “oscuro mar de la conciencia”. La Tierra es un gigantesco ser consciente y sujeto a las mismas fuerzas que nosotros.

Los chamanes de la antigüedad dieron accidentalmente con algo monumental al descubrir que la percepción es alineamiento. La llave mágica que abre las puertas de la Tierra está hecha de silencio interior y de cualquier cosa que brille. Esta llave es el conocimiento directo de que la Tierra es un ser consciente, y que como tal, puede darle a un guerrero un impulso tremendo proveniente de la conciencia de la Tierra, en el instante en que las emanaciones interiores de la esfera del guerrero se alinean con las emanaciones apropiadas del interior de la esfera de la Tierra. Puesto que tanto la Tierra como el ser humano son seres conscientes, sus emanaciones coinciden, o más bien, la Tierra contiene todas las emanaciones presentes en todos los seres vivientes, orgánicos o inorgánicos. Cuando tiene lugar un momento de alineamiento, los seres vivientes usan ese alineamiento de manera limitada, y perciben su mundo. Como todos los demás, los guerreros pueden usar ese alineamiento ya sea para percibir, o como un levantón que les permite entrar en mundos inimaginables.

En realidad, lo desconocido no está en el interior de la esfera luminosa del ser humano en las emanaciones no tocadas por la conciencia, y sin embargo, de cierta manera, está allí.
La porción de emanaciones que hay en el interior de la esfera luminosa del ser humano se encuentra allí solo para evocar la conciencia de ser, y la conciencia consiste en alinear porciones de las emanaciones en grande. Se les llama emanaciones en grande porque son inmensas; y decir que lo que no se puede conocer queda fuera de la esfera del hombre es decir que queda dentro de la esfera de la Tierra. Sin embargo, dentro de la esfera luminosa de la Tierra también queda lo desconocido, y en el interior de la esfera del hombre lo desconocido consiste en las emanaciones no tocadas por el fulgor de la conciencia cotidiana. Cuando las toca, se activan y se alinean con las emanaciones en grande que les corresponden. Una vez que esto ocurre, lo desconocido se percibe y se convierte en lo conocido.

La suprema conciencia de la Tierra es la que hace posible que cambiemos a otras grandes bandas de emanaciones. Nosotros, los seres vivientes, somos perceptores; y percibimos porque algunas emanaciones del interior de la esfera luminosa del ser humano se alinean con algunas emanaciones exteriores. Por ello, el alineamiento constituye el pasadizo secreto, y la llave es el levantón de la Tierra. El alineamiento tiene que ser un acto muy pacífico e imperceptible.
La sobriedad necesaria para que el punto de encaje alinee otros mundos es algo que no puede improvisarse. La sobriedad tiene que madurar y convertirse en una fuerza en sí misma antes de que los guerreros puedan romper la barrera de la percepción.

La posición del punto de encaje lo es todo y el mundo que nos hace percibir, sea el que fuera, es tan real que no deja lugar para nada, excepto para esa realidad. Cuando el punto de encaje alinea un mundo, ese mundo es total. Esta es la maravilla con la que se encontraron los chamanes en la antigüedad sin jamás darse cuenta de lo que era: la conciencia de la Tierra puede darnos un levantón para alinear otras grandes bandas de emanaciones, y la fuerza de ese nuevo alineamiento hace desaparecer el mundo que conocemos.
Cada vez que los antiguos chamanes efectuaban un nuevo alineamiento, creían que descendían a las profundidades o ascendían a los cielos. Nunca supieron que el mundo desaparece como un soplo de aire cuando un nuevo alineamiento total nos hace percibir otro mundo.

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