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Tradicion Tolteca

El Camino del Guerrero Grupos de Práctica

La Tensegridad es un arte: el arte de adaptarse a la propia energía, a la energía de los demás y al entorno que nos rodea de tal manera, que este acto contribuya a la integridad de la totalidad que somos.

Ejecutar los pases mágicos de la Tensegridad individualmente y en grupo es una actividad asidua con el cuerpo, responsable de los numerosos cambios positivos que se producen en la personalidad. Estos cambios van precedidos generalmente de un entendimiento más profundo de uno mismo, tanto en función del pasado como en función del cuerpo.

La Tensegridad tiene como objetivo ayudar al individuo a recuperar las funciones fundamentales de respirar, moverse, sentir y expresarse a sí mismo; promoviendo dinámicamente la salud y su bienestar.

Cuando la Tensegridad se convierte en una parte natural de nuestra vida, quedamos sorprendidos por la gran cantidad adicional de energía que tenemos para realizar nuestras actividades de cada día.

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miércoles, 6 de enero de 2016

El Viento de las Mujeres

Las mujeres poseen una dirección singular y cada una de ellas tiene un viento personal. El viento se mueve dentro del cuerpo de una mujer debido a que tiene útero. Una vez dentro del útero, el viento no hace sino atraparla y decirle cosas. Cuanto más serena y relajada se encuentra la mujer, mejores son los resultados. Puede decirse, que de pronto, la mujer se encuentra haciendo cosas de cuya realización no tiene la menor idea.

Una mujer guerrero puede usar su viento particular para cualquier propósito específico, como embellecer su cuerpo y renovarlo. El viento puede decirle a una mujer qué hacer con todo. Su vida, sus cosas, sus sentimientos. Puede parecer que son sus propios pensamientos; pero no obstante cuando se tranquilizan, comprenden que hay algo que les dice las cosas. Una mujer guerrero debe entregarse al viento y dejar que la guíe.
Hay cuatro vientos, como hay cuatro direcciones. Esto en cuanto a lo que hacen los chamanes. El cuatro es un número de poder para un guerrero. Los cuatro vientos son:

La Brisa
La Brisa es el amanecer. Trae la esperanza y la luminosidad; es el heraldo del día. Entra en todo, viene y se va.
A veces es dulce y apacible; otras es inoportuno y molesto.

El Viento de Mediodía
El Viento del Mediodía es un viento violento, cálido o frío, o ambas cosas. Sus ráfagas están llenas de energía, pero también llenas de ceguera.
Se abre camino destrozando puertas y derribando paredes. Un guerrero ha de ser terriblemente fuerte para detener al viento violento.

El Viento del Atardecer
El Viento del Atardecer es un viento triste y molesto. Un viento que nunca le deja a uno en paz y que hiela y hace llorar. Sin embargo hay en él una profundidad tal que bien vale la pena buscarlo.

El Viento Cálido
El Viento Cálido abriga, protege y lo envuelve todo. Es un viento nocturno. Su fuerza está unida a la oscuridad.

Los cuatro vientos están igualmente asociados con las cuatro direcciones.
La Brisa es el Este.
El Viento Violento o del Mediodía es el Norte.
El Viento Frío o del Atardecer es el Oeste.
El Viento Cálido o de la Oscuridad es el Sur.

Los cuatro vientos poseen también personalidad.
La Brisa es alegre, pulcra y furtiva.
El Viento Violento o del Mediodía es enérgico, imperativo e impaciente.
El Viento Frío o de la Tarde es variable y meditabundo.
El Viento Cálido o de la Noche es feliz, confiado y bullicioso.

Los cuatro vientos son mujeres, es por eso que los guerreros femeninos los buscan. Vientos y mujeres son semejantes. Esta es una de las razones por las cuales las mujeres aprenden con mayor rapidez que los hombres si se mantienen fieles a su viento.
Una mujer averigua cuál es su viento si se queda quieta y no se habla a sí misma, mientras deja que el viento la penetre.

Rasgos Específicos del Cuerpo Luminoso

Categorías de la Personalidad

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martes, 22 de diciembre de 2015

La Cuenta del Espiritu del Hombre

La impecabilidad dicta que sólo se debe aceptar el papel de uno como intermediario y con humildad.
La cuenta del espíritu del hombre siempre anda necesitada de depósitos y, sin importar cómo elijamos incrementar ese saldo, siempre basta con cualquier forma de pago impecable.


Nagualismo es el término empleado para describir el conocimiento del guerrero tolteca. El camino del guerrero es el registro de ese conocimiento; un prisma que refleja el faro del nagualismo en lo más hondo de nuestro ser. Una vez que el resplandor de esas percepciones mágicas ha iluminado nuestras vidas, nos encontramos cambiando en formas que nos resultan incomprensibles para nuestros sentidos físicos y nuestras mentes racionales.
Los guerreros viven en el momento del ahora, y ahora es el momento de actuar. Tarde o temprano debemos ir más allá del diálogo interno y cambiar nuestra esmerada disposición de conocimiento por una vida de acción impecable. Tarde o temprano el preámbulo del poder intelectual e intuitivo debe dar paso a un proceso personal y empírico. Tarde o temprano debemos reclamar nuestro conocimiento de los misterios experimentando el movimiento significativo a una percepción diferente.
Como guerreros nos enfrentamos a los condicionamientos del conocimiento atreviéndonos a actuar. Asumimos la responsabilidad de nuestros propios y enérgicos recursos cuando nos entregamos al poder. Y mediante nuestras acciones aprendemos a equilibrar las fuerzas de la magia y de la condición de guerrero, comprendiendo en el proceso que nuestro éxito emerge desde el corazón de esta terrible dicotomía.
El camino del guerrero requiere que reposemos hasta que podamos hacer que las contradicciones del conocimiento se enfrenten entre sí en una búsqueda impecable de la verdad. No hay nada lógico acerca de este insondable curso de acción, simplemente porque, para empezar, no hay nada racional o explicable sobre el poder. Ningún hombre o mujer puede cartografiar el camino del conocimiento o predecir el modo en que se conseguirá la victoria del guerrero. La regla dicta que debemos ocupar nuestro sitio entre los insondables misterios del universo, por el mero hecho de considerarnos a nosotros mismos como uno de ellos.
El poder es, el poder mueve. Estas son las únicas cosas que alguien puede llegar a saber con certeza. Pero para algunos de nosotros, la comprensión teórica de esta verdad no basta. En lugar de pensar y hablar de la naturaleza incomprensible del universo, los guerreros actúan para unirse hasta que la realidad del poder y sus movimientos se hayan convertido en parte de su experiencia personal y directa.

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sábado, 19 de diciembre de 2015

Cómo Hacer una Lista de Recapitulación

El acto de desplazarse entre posiciones anteriores y la presente proporciona a los practicantes del chamanismo la fluidez necesaria para salvar obstáculos extraordinarios en sus viajes al infinito. A los practicantes de la Tensegridad la recapitulación otorga la fluidez necesaria para salvar obstáculos que en modo alguno forman parte de sus sistema cognitivo.
En el caso del hombre moderno, en cuanto a procedimiento formal, se utiliza como recurso nemotécnico una lista escrita de todas las personas que haya conocido.
Se trata de una lista, por escrito, de los eventos a recapitular. Esta lista deberá contener todos los eventos de nuestra existencia, empezando por el momento en que la persona está elaborando su lista y terminando con su nacimiento e incluso antes (la recapitulación puede abarcar vivencias prenatales).
En la recapitulación la lista de eventos es un recurso que lanza la memoria a un viaje inconcebible. En este aspecto, recordar acontecimientos que acaban de ocurrir allana el terreno para evocar con la misma claridad hechos que se encuentren más alejados en el tiempo. Recordar experiencias de esta manera equivale a revivirlas y a extraer de la evocación un ímpetu extraordinario que permite agitar la energía disipada de nuestros centros vitales y restituirla.

Para facilitar la recapitulación existe un método sumamente práctico que consiste en los siguientes pasos:
a) Elegir tres áreas de nuestra vida para recapitular.
b) Dividir las áreas en sus elementos.
c) Dividir los elementos en etapas.
d) Dividir las etapas en eventos.


a) Las Áreas
Se trata de elegir tres áreas de experiencia que sean operativas de acuerdo a nuestro tipo de vida. Que tengan que ver preferentemente con cosas por las que hemos pasado a lo largo de nuestra vida. Por ejemplo: "Casas en las que has vivido", "Relaciones afectivas", "Relaciones sexuales", "Familiares", "Amigos", "Trabajos desempeñados", "Estudios de todo tipo", etc. Lo importante es que el área seleccionada pueda ser dividida en muchos elementos. De poca ayuda será elegir "parejas" si nunca has tenido una.

b) Elementos del Área
Son las unidades específicas del área que estamos haciendo la lista en orden aparentemente inverso al transcurrir del tiempo. Hay que nombrarlas una por una, del presente al pasado.
Si el área elegida fuera "casas", encabezaría la lista la casa en la que vives actualmente, seguiría la inmediatamente anterior y así sucesivamente, hasta llegar a la casa de tu nacimiento.
Si el área elegida se relaciona con personas como parejas o familiares, trata de ubicar los elementos (nombres) de acuerdo al mismo tiempo de orden temporal.

c) Dividir los Elementos en Etapas
Este es el paso que puede aparentar ser más complicado, aunque en realidad no lo es tanto. Consiste en seccionar en etapas que se presten para la observación, cada uno de los elementos, empezando con el elemento que encabeza la lista y siguiendo en el mismo orden de presente a pasado.
La manera más apropiada es nombrar cada etapa de acuerdo a un acontecimiento que de algún modo marque el inicio de una etapa.
Los nombres que se dan a cada etapa no se tomarán como eventos en sí mismos, sino como puntos de referencia que nos ubican en alguna etapa específica, cuya duración puede ser muy variable, de acuerdo a cada caso. El número de etapas puede cambiar, pero nunca deberá ser menor a tres y dependerá del tiempo que se permaneció en ese elemento de área. A mayor duración, mayor número de etapas (entre cinco y diez suele bastar).

d) Dividir las Etapas en Eventos
En este paso, debes detallar en tu lista cada uno de los eventos que tuvieron lugar en la etapa específica, de nuevo desde el más actual hasta el más remoto. No se trata de describir el evento, sino sólo de nombrarlo. Tampoco se trata de analizar, sino de registrar el evento.
El número de eventos puede ser muy variable de acuerdo a cada etapa; una lista bien hecha puede tener entre unos 300 y 2000 eventos. También puede tener más.

Cuando se ha completado la lista, ésta suele tener la forma de un enorme cuadro sinóptico de cuatro columnas. En la primera columna el nombre del área. En la segunda los elementos del área. En la tercera las etapas de los elementos. En la cuarta los eventos que tuvieron lugar en cada etapa.
El material puede ser organizado de cualquier manera, listados, archivos numerados, etc. Pero, el cuadro sinóptico tiene la ventaja adicional de resultar muy adecuado para las observaciones globales que pueden ser muy reveladoras.
Es muy importante no pasar a otra columna hasta que no se haya completado la precedente. El listado se va realizando en un sentido vertical y no horizontal, lo que te permite ir repasando tu vida repetidamente, pero con un sentido mayor de detalle cada vez.

La lista de eventos a recapitular, en tanto a ejercicio de acecho, no es una cuestión de análisis, sino de observación. Hay que registrar los hechos sin ponernos a especular o reflexionar sobre ellos y por otra parte hay que evitar la tendencia a dejar de registrar hechos dolorosos o vergonzosos, que en la mayoría de las veces son los que más exigen una recapitulación a fondo.
Cuanto más tiempo y atención se invierte en la elaboración de la lista, tanto mejor serán los resultados. Generalmente puede tomar de dos a doce semanas como mínimo hacer una lista que sea útil para empezar a recapitular, siempre que se trabaje con frecuencia. Una lista con tres áreas bien elegidas y terminadas se puede considerar una lista bastante completa.
La lista de eventos en sí misma es un ejercicio completo y útil que por sí sólo puede muy bien funcionar como una forma mínima de recapitulación general.
El mero proceso de trabajar en la lista de recapitulación puede llevar al cuerpo a recordar. Una vez terminada la lista, ésta se convierte en un "mapa" de nuestra existencia, en la que la observación de las repeticiones, ciclos periódicos y secuencias puede resultar muy reveladora para conocer los ejes estructurales de nuestra vida.

La Recapitulación de los Chamanes

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martes, 15 de diciembre de 2015

Inventario del Día

“El Inventario del Día” o “la Máscara del día”, son una unidad pragmática y corta de Pases Mágicos, que los chamanes usaban para revisar o examinar el día.
Es una secuencia de cuatro pases mágicos y el mejor momento para practicarlos es al final de la jornada de trabajo. Es una práctica para los que vivimos en las ciudades donde hay muchas actividades y sirve para dejar las tensiones a un lado.
En realidad se trata de una forma sencilla de recapitular, que podemos llevarla luego a nuestro Diario de Navegación, para después utilizarla en el acecho.

“El Inventario del Día”
Los tres primeros pases se realizan sentados, el último acostados boca abajo con los puños cerrados contra el pecho y mirando hacia la izquierda.

Pase 1- Trasladar energía al punto de encaje. (Vídeo II pase nº 6)


Pase 2: La Tela entre los Dedos (Video I Pase 4)
La función de este pase mágico es estimular, en las muñecas y en las manos, innumerables puntos de energía que promueven la salud y el bienestar general.

Este movimiento consta de tres partes:
1.hacer chasquear la tela,
2. dispersar la energía,
3. deshacerse del exceso.

1. Hacer Chasquear la Tela
Este movimiento crea una especie de escozor en la membrana entre los dedos.
Puesto que en el hombre, esta membrana se ha reducido considerablemente y carece de sensaciones en ella, este movimiento es un intento de transportarnos a un nivel de sensaciones muy antiguo al activar una vaga memoria en dicha membrana.

Se comienza con la mano izquierda.
Situamos el dedo meñique de la mano izquierda entre el cuarto dedo y el meñique de la mano derecha. El dedo índice izquierdo ha de quedar entrelazado con el pulgar de la mano derecha.


Ejecutamos este movimiento cinco veces con una mano y después cinco veces más con la otra.

2. Dispersar la Energía
La energía que se ha despertado en las manos, al estirar de la membrana entre los dedos, se expande por el cuerpo, a través de los brazos, cuando se presionan los puntos de energía localizados en la parte posterior de las manos.


Presionar cinco veces la parte posterior de la mano, y después cinco veces la otra.

3. Deshacerse del Exceso
Cualquier energía que se expande por el cuerpo siempre tiene un efecto impredecible, por lo tanto es de tremenda importancia liberar cualquier exceso.


Ejecutamos este movimiento cinco veces con el dedo pulgar izquierdo encima, y después cinco veces con la otra mano y con el dedo pulgar derecho encima.

Ahora Se Procede a Movilizar la Energía de los Pies


Pase 3

Este pase se compone de tres partes:
A) Relajar las sienes
B) Relajar las mandíbula
C) Relajar los Ojos


Se concluye esta serie que denominamos el "Inventario del Día" o la "Máscara del Día" con el pase nº 4.


Cuando nuestro comportamiento es predador y perdemos la conciencia que nos une a los demás, el punto de encaje se queda fijo y nuestro corazón se cierra.
El propósito de practicar el "Inventario del Día" es conseguir la habilidad de ser adaptables para seguir el flujo de la energía sin perder la integridad y mover el punto de encaje con sobriedad. Los pases mágicos abren el corazón.

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sábado, 12 de diciembre de 2015

Desapego de Guerrero

El desapego no aporta automáticamente sabiduría, pero no obstante, supone una ventaja, pues permite al guerrero detenerse momentáneamente para reconsiderar las situaciones y volver a ponderar las posibilidades. Para usar de manera consistente y correcta ese momento extra, un guerrero tiene, sin embargo, que luchar incansablemente durante toda su vida.


Desapego es cuando un guerrero deja de tener cualquier clase de expectativas y las acciones de la gente ya no le afectan. Entonces, una extraña paz se convierte en la fuerza que rige su vida. El desapego es uno de los conceptos de la vida del guerrero.

A los guerreros les resulta mucho más fácil salir adelante en condiciones de máxima tensión que ser impecables en circunstancias normales. Todas las facultades, posibilidades y logros del chamanismo, desde los más simples hasta los más asombrosos, se encuentran en el propio cuerpo.

Los seres humanos tienen dos lados. El lado derecho abarca todo lo que el intelecto es capaz de concebir. El lado izquierdo es un ámbito de características indescriptibles, un ámbito para el que no existen palabras. El lado izquierdo es comprendido –si es comprensión lo que tiene lugar─ con la totalidad del cuerpo. De ahí que se resista a la conceptualización.

A todo ser vivo se le ha otorgado el poder, si así lo desea, de buscar una apertura hacia la libertad y de pasar por ella. Cruzar hacia la libertad no significa alcanzar la vida eterna en el sentido usual de eternidad; es, vivir para siempre. Ocurre, más bien, que los guerreros pueden conservar su conciencia, que normalmente se abandona al momento de morir. En el momento de cruzar, el cuerpo en su totalidad se inflama de conocimiento. Al instante, cada célula se torna consciente de sí misma y, además, consciente de la totalidad del cuerpo. El don de la libertad no es una dádiva, sino la oportunidad de tener una oportunidad.

Buscar la perfección del espíritu del guerrero es la única tarea digna de nuestra transitoriedad y de nuestra condición humana. Si el espíritu de un guerrero está deformado, simplemente debe arreglarlo, depurándolo y perfeccionándolo, porque no hay en la vida tarea más digna que pueda emprenderse. No arreglar el espíritu es buscar la muerte, y eso es igual a no buscar nada, porque la muerte va a alcanzarnos de todos modos.
Un hombre, cualquier hombre, merece cuanto les toca en suerte a los hombres: alegría, dolor, tristeza y lucha. No importa la naturaleza de sus actos, siempre y cuando actúe como un guerrero.

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jueves, 10 de diciembre de 2015

Campos Unificados

Todo está conectado, todo está en movimiento. Unos campos se relacionan con otros en una sucesión de ritmos, como en una danza universal que nace de las profundidades mismas de la conciencia.


Cuando usamos el arte de acechar estamos poniendo en práctica un conjunto de procedimientos y actitudes que permiten a una persona (a quien llamamos guerrero) extraer lo mejor de cualquier situación concebible.
El arte del acecho siempre tiene que ver con el mundo cotidiano. Por ello, es recomendable para un guerrero no tener cosas materiales en las que enfocar su poder, para así poder enfocarlo en el espíritu, en el verdadero vuelo a lo desconocido y no en trivialidades. Si quieres seguir el camino del conocimiento tienes que librarte de la compulsión de poseer cosas y de aferrarte a ellas.

Existe una gran diferencia entre “ver” y mirar. “Ver” es un conocimiento del cuerpo. El predominio del sentido visual, en los seres humanos, interviene en este conocimiento corpóreo haciendo parecer que “ver” esté relacionado con los ojos.
Cuando un guerrero pierde la forma humana, éste obtiene una libertad de recordarse a sí mismo como un conglomerado de campos de energía enderezados que le hacen ser aún más libre. Un guerrero que ha perdido la forma humana se “ve” como siempre ha sido, como una espiral.
Todo el acecho de un guerrero ha de dirigirse en esa dirección, la de perder la forma humana y todo lo que ello conlleva, porque el gran logro de un guerrero es disfrutar de la alegría del infinito. Es por eso que un guerrero sabe que espera y sabe lo que espera; y mientras espera, deleita sus ojos en la contemplación del mundo.

El destino de un guerrero sigue un curso inalterable y el desafío consiste en cuán lejos puede llegar y cuán impecable puede ser dentro de esos rígidos confines.


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miércoles, 2 de diciembre de 2015

El Poder
3er. Enemigo Natural en el Camino del Conocimiento

Después de desafiar a la claridad, y vencerla, un guerrero sigue avanzando por la senda del conocimiento. Es entonces cuando se dará cuenta de que el poder perseguido durante tanto tiempo por fin es suyo. Puede hacer con él lo que se le antoje. El poder se convierte es su aliado está a sus órdenes. Su deseo es la regla del nagual. Ve claro y parejo todo cuanto hay a su alrededor. Pero también ha tropezado con su tercer enemigo: el poder.
Cuando un hombre conquista el poder, éste se convierte en el más fuerte de todos los enemigos. Y, naturalmente, lo más fácil es rendirse; después de todo, el hombre es de veras invencible. Él manda; empieza tomando riesgos calculados y termina haciendo reglas, porque es el amo del poder.
Un hombre en esta etapa apenas advierte que su tercer enemigo se cierne sobre él. Y de pronto, sin darse cuenta, habrá perdido la batalla. Su enemigo lo habrá transformado en un hombre cruel y caprichoso.
Un hombre vencido por el poder muere sin saber realmente cómo manejarlo. El poder es sólo una carga sobre su destino. Un hombre así no tiene dominio de sí mismo, ni puede decir cómo ni cuándo usar su poder.

Para vencer a su tercer enemigo, el poder, tiene que desafiarlo con toda intención. Tiene que darse cuenta de que el poder que aparentemente ha conquistado nunca fue suyo en realidad. Debe tenerse a raya en todo momento, manejando con tiento y con fe todo lo que ha aprendido. Si puede ver que, sin control sobre sí mismo, la claridad y el poder son peores que los errores, llegará a un punto en el que todo se domina. Entonces sabrá cómo y cuándo usar su poder. Y así habrá vencido a su tercer enemigo.

Desafiar al Poder
El poder para un hombre de Conocimiento es solo un “periodo de asentamiento". Un periodo de reposo, en el que el guerrero descansa razonablemente en paz por el tiempo suficiente para consolidar su aprendizaje. Es cuando comienza a ver el valor de transferir lo que ha aprendido de unas situaciones a otras, y darse cuenta de que el potencial de lo que ha aprendido es literalmente asombroso. Ha llegado a un punto en su progreso desde el que puede ver que en dicho aprendizaje radica su libertad. "Renuncia a lo que no quieres y quédate con lo que sí quieres". ¡Qué simple es lo obvio! ¡Y qué fácil! El guerrero necesita este periodo de respiro, porque todavía no ha llegado tan lejos como cree. Mas cuando esté listo para seguir adelante, marcharán a su lado compañeros poderosos. Ahora descansa por un rato, y los convoca antes de proseguir. A partir de ahí ya no seguirá adelante solo.

El guerrero necesita entender ahora que en realidad no sabía distinguir entre lo que tiene valor y lo que no lo tiene. Lo único que ha aprendido hasta ahora es que no desea lo que no tiene valor y que sí desea lo que lo tiene. Sin embargo, su propio proceso de selección, no le sirvió para enseñarle la diferencia. Creía que había aprendido a estar dispuesto, pero ahora se da cuenta de que no sabe para qué está dispuesto. Ahora tiene que alcanzar un estado que puede permanecer fuera de su alcance por mucho, mucho tiempo. Tiene que aprender a dejar de lado todo juicio, y a preguntarse en toda circunstancia qué es lo que realmente quiere.

Si sigue adelante desafiando al Poder, llegará a un “periodo de logros" y consolidará su aprendizaje. Lo que antes se consideraban simples sombras, se han convertido ahora en certezas, con las que puede contar en cualquier "emergencia", así como también en los periodos de calma. En efecto, el resultado de esas ganancias no es otro que la paz: el fruto de un aprendizaje honesto, de un pensamiento congruente y de una transferencia plena. Ésta es la fase de la verdadera plenitud, pues aquí se refleja completamente el espíritu. A partir de ahí, el camino a la libertad está despejado y no presenta ninguna dificultad ya que, en realidad, se da cuenta de que ya está aquí. Y, ¿quién iba a querer "ir" a ninguna otra parte, si ya goza de absoluta paz? ¿Y quién querría cambiar su libertad por algo más deseable? ¿Qué podría ser más deseable?

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martes, 3 de noviembre de 2015

Pinches Tiranos

Los chamanes, al entender la naturaleza de hombre, llegaron a la conclusión incuestionable de que si uno se las puede ver con los pinches tiranos, uno ciertamente puede enfrentarse a lo desconocido sin peligro y, luego incluso, uno puede sobrevivir a la presencia de lo que no se puede conocer.
La reacción del hombre común y corriente es pensar que debería invertirse ese orden. Es natural creer que los chamanes que pueden enfrentar lo desconocido, pueden, por cierto, hacer cara a cualquier pinche tirano, pero no es así. Nada puede templar tan bien el espíritu de un guerrero como el tratar con personas imposibles en posiciones de poder. Sólo bajo esas circunstancias pueden los chamanes adquirir la sobriedad y la serenidad necesarias para ponerse frente a lo que no se puede conocer. El ingrediente perfecto para producir un soberbio guerrero es un pinche tirano con privilegios ilimitados.

La idea de usar un pinche tirano no es sólo para perfeccionar el espíritu, sino también para la felicidad y el gozo del guerrero. El error de cualquier persona que se enfrenta a un pinche tirano es no tener una estrategia en la cual apoyarse; el defecto fatal es tomar demasiado en serio los sentimientos propios, así como las acciones de los pinches tiranos. Un guerrero por otra parte, no sólo tiene una estrategia bien pensada, sino que está también libre de la importancia personal. Lo que acaba con su importancia personal es haber comprendido que la realidad es una interpretación que hacemos.
Se puede derrotar a los pinches tiranos usando solamente la convicción de que los pinches tiranos se toman mortalmente en serio, mientras que los guerreros no.

El afinar el espíritu cuando alguien lo aguijonea se llama control. Reunir la información necesaria sobre la fortaleza y las debilidades de un pinche tirano mientras te golpean, se llama disciplina. El perfecto pinche tirano no tiene ninguna característica redentora.
El refrenamiento es esperar con paciencia, sin prisas, sin angustia, es una sencilla y gozosa retención del pago que tiene que llegar. El gran regocijo de un guerrero es saber que está esperando y saber qué es lo que espera.
Refrenarse significa retener con el espíritu algo que el guerrero sabe que justamente debe cumplirse. No significa que el guerrero ande por ahí pensando en hacerle mal a alguien, o planeando cómo vengarse y saldar cuentas. El refrenamiento es algo independiente. Mientras el guerrero tenga control, disciplina y la habilidad de escoger el momento oportuno, el refrenamiento asegura que recibirá su completo merecido quienquiera que se lo haya ganado.

Los chamanes usan a los pinches tiranos no solo para deshacerse de su importancia personal sino también para lograr la muy sofisticada maniobra de desplazarse fuera de este mundo.

Hoy en día, el ser derrotado por un repinche tiranito no es mortal pero si devastador. En sentido figurado, el grado de mortandad de los guerreros es elevado. Los guerreros que sucumben son arrasados por su propio sentido de fracaso. Eso es equivalente a una muerte figurada.
Cualquiera que se une al pinche tirano queda derrotado. El enojarse y actuar sin control o disciplina, el no tener refrenamiento es estar derrotado.
Cuando los guerreros son derrotados o bien se reagrupan y vuelven a la pelea con más tino, o dejan el camino del guerrero y se alinean de por vida a las filas de los pinches tiranos.

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